Os proponemos un concepto de educación musical temprana desde el nacimiento hasta los seis años. El punto central es el desarrollo completo del niño y el despliegue de su potencial musical.
Max y Mía
En este área de educación musical temprana, una parte importante de nuestra oferta educativa, lo importante es que los niños están acompañados en clase de uno de sus padres, abuelos o en algunos casos de un adulto (excepto por supuesto en el curso de mamás embarazadas). Los niños aprenden por imitación. Por ello es importante que juntos en familia pueden repetir todo lo aprendido y trasladar la clase a su hogar donde todos juntos disfrutarán de la música.
En los grupos de padres y niños se refuerza tanto la conexión de la persona con la música como la relación entre padres e hijos. Estructurado atendiendo a un desarrollo psicológico y conducido de una manera adecuada para niños, los padres y los niños son animados a descubrir cosas nuevas, a experimentar sonidos y diversión y a enriquecer su comunicación con actividades musicales que fomenten su educación musical temprana.
Para mamás: Con la Música hacia la Vida
Incluso antes del nacimiento
Con la Música hacia la Vida es un programa único y novedoso de educación musical temprana para la embarazada a partir del sexto mes de gestación. El libro con CD contiene canciones, poemas y guías para la realización de relajación con los que las mamás embarazadas y sus hijos, a partir de la semana 24 de gestación, podrán prepararse para las diferentes situaciones. La repetición de melodías y textos estimula la red neuronal del niño, fomentando los futuros procesos de aprendizaje.
Según el pedagogo musical húngaro Zoltan Kodály la musicalización de niños y jóvenes comienza nueve meses antes del nacimiento, es decir ya en el útero materno.
Múltiples estudios de investigación sobre el cerebro y el aprendizaje realizados en los últimos años y décadas han demostrado que desde el período prenatal hasta el sexto año existe una ventana de desarrollo temporal con unas condiciones extraordinarias para la formación musical y las aptitudes lingüísticas.
Recién nacidos: Max y Mia – Con la Música hacia la Vida
desde el nacimiento hasta cumplir un año
La música se convierte en lenguaje
De acuerdo a la edad de este primer grupo, los objetivos de aprendizaje de esta fase de la educación musical temprana permanecen en un plano muy general. La atención se centra en la expectativa de iniciar a los niños y a los padres, mediante diferentes propuestas que activan las percepciones sensoriales y los canales de aprendizaje y mediante experiencias senso-motoras, en el fascinante mundo de la música.
La música
- como un medio de comunicación
- fomenta la interacción entre padres e hijos
- afianza la relación entre padres e hijos.
Temas: en Con la Música hacia la Vida se retoman los temas principales del programa para embarazadas, se repiten y se amplían: el despertar, las caricias, los mimos, el contacto corporal, el baño, el comer, el beber, el dormir, los cumpleaños etc.
Aspectos musicales: Escuchar, cantar, sentir.
Actividades como jugar con pañuelos, pelotas, chapotear en el agua con los niños, oler diferentes especias y aromas o la “lectura“ de un libro ilustrado, aluden también a percepciones sensoriales no relacionadas con la música. Los poemas animan a los padres y a los niños a realizar actividades en común, que pueden experimentarse con la música.
A través de la música, las canciones y los rituales (por ejemplo la canción de Bienvenida) ayudan a los padres y a los niños a crear la transición de la rutina diaria a la hora de clase. La música, el discurso, el contacto corporal y el juego en común entre los padres y los profesores crean una atmósfera de confianza, ayudan al niño a establecer relaciones, a consentirlas y a descubrir y disfrutar de la experiencia desde el sentimiento de protección y seguridad.
En momentos puntuales de la hora de clase se trabajan diversos ejercicios senso-motrices y se estimula a los niños para que exploren su entorno y tomen contacto con él.
El “descubrir libremente” forma parte de todas las clases de educación musical temprana y proporciona al niño la posibilidad de investigar lo vivido y lo que se le ha ofrecido desde un nivel de aprendizaje elegido por él mismo. Los niños deciden independientemente y sin influencias por parte de los padres o de los profesores si, por ejemplo, en ese momento de la clase quieren dedicarse a un instrumento o si, por el contrario, prefieren observar a los otros niños.
De 1 año a 2 y medio: Max y Mia – Experimentan la música
Con este programa de educación musical temprana se promueve el objetivo principal: La música es lenguaje.
Max y Mia experimentan junto a los niños todo aquello que se puede expresar y vivenciar con música.
Mientras que en “Max y Mia – Con la Música hacia la Vida“ son sobre todo los padres y los profesores los que actuan, en este programa los niños se van activando poco a poco. El objetivo es conseguir las condiciones necesarias para el desarrollo de habilidades musicales concretas e incorporar conscientemente como medios de expresión musical los aspectos musicales (dinámica, tempo, tono) así como cantar con el nombre de las notas (Do, Re, Mi, Fa, Sol….)
Temas: estados de ánimo (alegre o triste), fenómenos naturales (día, noche, luna, sol, lluvia, viento, frío, nieve), movilidad; trineos, coches, aviones,movimientos, (nadar, correr, bailar, saltar), obras de construcción, estaciones del año (verano, otoño, invierno), hacer música, etc.
Aspectos musicales: fuerte y suave (dinámica), lento y rápido (tempo), alto y bajo (registro).
De 2 años y medio a 4: Max y Mia – Hacen Música
El objetivo principal de esta fase de la educación musical temprana es: La música como lenguaje.
Cantar todos juntos, la declamación de poemas, la contemplación de libros ilustrados y el escuchar y desarrollar las historias de aventuras de Max y Mia favorece la capacidad de expresión musical y estimula la fantasía y la facultad de expresión lingüística de los niños. Como eje central está la diversión del niño haciendo su propia música; cada hora de clase se convierte en una vivencia musical. Cantar, unido al movimiento y al contacto corporal, proporciona habilidades emocionales, cercanía y calor.
El trabajo con aspectos musicales tales como la métrica, la estructura, la articulación, las parodias de melodías conocidas (por ejemplo con un texto nuevo), así como inventarse su propia música para textos e historias, acompaña y apoya a los niños en el camino de nuestro objetivo “música como lenguaje”. La música se vuelve un medio de comunicación natural para los niños, su oído musical continua formándose y su capacidad lingüística se refuerza.
Temas: el día a día (despertarse, vestirse, lavarse, cepillarse los dientes), comer, jugar (princesas, fantasmas), sueños, tiempo, estaciones del año, días festivos, otros países, el mar, triciclo y patinete, tren, tareas del hogar (cocinar, fregar, limpiar), animales, circo, payasos, zoológico, oficios, músicos.
Aspectos musicales: métrica, estructura, articulación (Tenuto, Staccato, Legato), glissando, imitaciones (melodías conocidas con texto nuevo), crear su propia música para textos y cuentos.